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WHITIN me: Respirar las palabras


Cuando quieres aprehender unas palabras, pero te resulta difícil captar la densidad de su significado, una buena opción para lograrlo es respirar cada palabra. Una a una, desde el sustantivo hasta la más breve conjunción, ve asociando el lenguaje a tu respiración: al inspirar, acoges la palabra y, cuando exhalas, dejas que resuene en ti.
De este modo, concedes tiempo para que llegue al corazón lo que la cabeza ya ha entendido −o cree entender−, de modo que te dispones a una nueva comprensión de palabras, quizás sabidas de memoria. La secuencia del pensamiento que se expresa en la frase se ralentiza. Su sentido tiene tiempo de resonar en ti, sin prisas por querer terminar lo que tal vez no habías empezado a entender.
Así, puedes proceder con las plegarias que ya sabes o con tus pensamientos y reflexiones interiores, porque la secuencia del discurso impide, a veces, detenerse en el significado de cada palabra.
Adap. de D. Guindulain


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