¡Buenos días! Concluimos la semana celebrando San Valentín con este cortometraje. Una pequeña historia de amor que nos lanza un mensaje claro: Eres valioso y valiosa tal y como eres. Sé que vivimos en una sociedad que ha marcado unos estereotipos de belleza y una "perfección" que poco se acerca a lo natural. Pero no se puede negar, está ahí, en las películas, en los anuncios, en los carteles, en Instagram, en Youtube... ¿Crees que es justo juzgar a una persona diciendo si es bonita o no por su aspecto físico? ¿Por qué lo que puede resultar bonito para una persona para otra, no lo es? ¿Dónde reside la belleza de cada persona? Ir a contracorriente no es fácil, pero ¿y si te atreves a probar? Te invito a reeducar tu mirada, a intentar mirar más allá de lo exterior, a intentar mirar lo que realmente te va a unir a cualquier persona. Quizá cuando lo hagas, podrás ver lo que en un inicio te resultó invisible. Ánimo, vale la pena intentarlo. Que tengas un buen día.
Hubo una vez una isla donde habitaban todas las emociones. A pesar de algunos roces, vivían en armonía. Un día, el Conocimiento convocó a todos los habitantes de la isla y les dijo: —Tengo una mala noticia que darles: la isla se hunde. Os recomiendo que construyáis un barco, un bote, una balsa o algo que os permita huir de aquí. Pues quien se quede en la isla desaparecerá con ella. Una vez la Conciencia confirmó que era cierto, cada emoción comenzó a construir su barco. Todas salvo el Amor, que no podía aceptar dejar aquel lugar lleno de recuerdos. —¿Cómo podría abandonar todo esto? —se decía acariciando las piedras, oliendo las flores y recorriendo la orilla. Mientras los demás terminaban sus embarcaciones, el Amor se quedó esperando, convencido de que la isla no desaparecería del todo. Sin embargo, el agua subía cada día más, y pronto solo quedó un pequeño trozo de tierra firme. Desesperado, el Amor pidió ayuda a la Riqueza, que pasó en un gran barco. —Lo siento —dijo ella—, mi barco...