Ir al contenido principal

RELATOS: El anacoreta y el abrazo


El anacoreta y el abrazo

Seguían tomando el fresco en el balcón. El anacoreta dijo:
- Nos abrazamos poco y el abrazo es una auténtica terapia.
El joven seguidor miró sorprendido al anciano, que se puso a reír.
- Si, mira. Al abrir los brazos, estoy abriendo un espacio para acoger al otro y, a la vez, me preparo para entrar en su espacio. Queremos ser parte del otro y que el otro sea parte nuestra. Y el abrazo termina volviendo a abrir los brazos, porque,a la vez, queremos que el otro siga siendo él mismo y no que se diluya en nosotros.
Hizo una pausa y concluyó:
- El abrazo nos ayuda a encontrar al otro y a encontrarnos a nosotros mismos.

Adap. https://koffi1948.blogspot.com/2014/07/el-anacoreta-y-el-abrazo.html

Hay gestos cotidianos que nos ayudan a descubrir en profundidad quiénes somos realmente. Un abrazo, un beso, una mano en el hombro, una mirada serena… Son gestos que nos recuerdan que somos seres básicamente amados. De acuerdo que hay momentos en que esto no es tan evidente, pero, con todo, hoy más que nunca es urgente entrenar esa sensibilidad que nos permita rastrear esos gestos que en tantas ocasiones se nos escapan, como el agua entre los dedos. N. Morso


Comentarios