Escucharnos por dentro
En el día de hoy, nuestra práctica de silencio se centrará en escuchar el latido del corazón de un compañero de clase. Pediremos a un compañero que se ponga cómodo en su silla sin apoyar la espalda en ella. Pondremos nuestro oído en su espalda a la altura del corazón y escucharemos su latido. Durante un minuto estaremos en silencio absoluto para captar ese movimiento del corazón, que envía sangre renovada a nuestro cuerpo constantemente. Lo esencial de la experiencia no es tanto contar el número de pulsaciones, sino percibir el estado en que se encuentra la persona: tranquilidad, agitación...
Adap. B.I. Josean Manzanos
Comentarios
Publicar un comentario
Comparte tu opinión de manera responsable y evita el anonimato: Escribe tu nombre, el curso y tu cole gabrielista. Muchas gracias.