El ciclo de la vida está en continua renovación y todo en ella evoluciona a través de momentos diferentes. Cada semilla enterrada se transforma en tallo y este en rama o flor para ser después polinizada y así una y otra vez en continua mutación. La larva en gusano y este, en mariposa… todo, en constante renovación. Nuestra piel, nuestros órganos, el cabello o la regeneración celular. Pero nuestro interior ¿se transforma? Mucho más incluso. Los cambios son evidentes en toda una vida. Lo que antes era imperceptible o desechable puede ser hoy percibido como esencial e imprescindible. Nuestro cerebro y nuestro corazón están en constante transformación. Hoy vamos a dirigir nuestra atención a nuestra última semana. Nos relajamos, cerramos los ojos, respiramos profundamente y pensamos en 3 momentos significativos de la última semana. Abrimos los ojos y lo compartimos con el grupo. Adap. B.I. Josean Manzanos.
Y, a veces, todo es tan sencillo como escuchar el viento que sopla por nosotros y extender con fuerza las alas.
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