El proceso de alcanzar algo es mucho más valioso que el producto final que obtenemos en la meta. Por lo tanto, mirar solo hacia atrás, para ver si cumplimos o no los propósitos que nos habíamos hecho, no parece que lleve a ningún sitio. Dios dirige nuestra mirada siempre hacia delante, hacia las oportunidades, esperanza y posibilidades que hay en el camino. Para nosotros y para los otros.
Y, a veces, todo es tan sencillo como escuchar el viento que sopla por nosotros y extender con fuerza las alas.
Miquel Alenyà Batlle Col·legi SG
ResponderEliminarm'ha semblat una reflexió molt bonica, i el que les ha crea es un expert
Alex Merchan Villena col·legi sant gabriel
ResponderEliminarm'ha semblat molt reflectiva
Anna Ayllón Peralta-1 A eso-Torroella de Montgrí.
ResponderEliminarCadascu te un camí amb la seva meta
Bon cap de setmana!!!