Enfocar: ¿Qué talentos?

Jesús, en el evangelio, nos habla de cómo un hombre llamó a sus siervos, les entregó a cada uno una cantidad de talentos y -atentos, que esto es importante- le dijo:  “a cada uno según su capacidad”. Luego les reclamó a cada uno de ellos según los talentos entregados. El hombre que escondió su único talento por miedo al amo, no supo arriesgarse: «El que había recibido uno se fue, cavó un hoyo en tierra y escondió el dinero de su señor». El resto de la historia es conocida y, si no es así, recomiendo la lectura de esos versículos de San Mateo porque enseñan mucho: Mt 25,14-30.

La palabra "talento" de esta parábola -que no es nada más que un peso que denota la cantidad de 30 Kg de plata- ha hecho tanta fortuna que incluso ya se emplea en el lenguaje popular para designar las cualidades de una persona. Pero la parábola no excluye que los talentos que Dios nos ha dado no sean solo nuestras posibilidades, sino también nuestras limitaciones. Lo que somos y lo que tenemos, eso es el material con el que Dios quiere hacer de nosotros una nueva realidad. No importa si uno tiene mucho o poco, lo importante es que hemos de hacer rendir lo que hemos recibido.

http://evangeli.net/evangelio/dia/2020-11-15

No todos tenemos las mismas cualidades, los mismos talentos. La verdad es que están ampliamente repartidos. Cada uno hemos recibido los nuestros. Podemos preguntarnos en qué línea hemos de trabajar con nuestros talentos: claramente, hemos de gastar nuestros talentos en la misma línea que los gastó Jesús, en la línea del amor.