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WITHIN me: Silenciar el ruido


Nos han educado desde pequeños a no saber estar solos y con ello a no estar ni disfrutar del silencio. El silencio puede ser una bonita cita contigo mismo si realmente te la planteas así. Se trata de silenciar el exterior, silenciar  tu entorno para realmente poder silenciar tu interior, esa mente que es un monologo continuo de esa voz llamada ego y que nos tiene soliviantados en todo momento.
Pero... ¿Cómo lograrlo?
Prepárate: comienza a relajar las orejas, cabeza, cuello, hombros y cada célula del cuerpo. Deja que todo el cuerpo se calme por completo. Cuando escuches sonidos desde el exterior, como una voz humana o el sonido de un automóvil que pasa, escúchalos como el sonido del silencio. Cuando te dices a ti mismo que los sonidos de distracción son silenciosos, se vuelven así. Sin embargo, si te dices que son ruidosos e inquietantes, eso es lo que serán.
Escucha el sonido del no sonido. Todo está quieto. Escucha la quietud interna y externa. Esto se puede lograr incluso en un paisaje sonoro. La cuestión es poder convertir el sonido de tu entorno en silencio: eliminar el sonido de lo que se escucha. Sólo tienes que escuchar sin generar ataduras. Ni al sonido, ni al silencio, ni tampoco a lo que hay entre los dos. Se trata de no sujetarnos a nada. 
Cada pensamiento vuelve al silencio y se aquieta. Al practicar esta técnica es importante no forzar nada cuando se escucha, sino permanecer relajado y escuchar de forma natural.
Experimenta el silencio interior, disfruta de la quietud y de la serenidad.



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