Ir al contenido principal

Enfocar: No juzguéis y no seréis juzgados


Nos pasamos la vida haciendo juicios. Basta que nos paseemos por internet o por ciertas cadenas de televisión. La palabra "presunto" ha desaparecido de nuestro vocabulario. Para nosotros todos son culpables. No se trata de aceptarlo y excusarlo todo. Pero una cosa son los hechos, que objetivamente son buenos o malos, y otra la persona que los hace; sus motivos, las circunstancias que le han llevado a actuar así. Somos benévolos con nosotros. Enseguida encontramos excusas para nuestros hechos. ¿Por qué no hacemos lo mismo con los demás? ¿Conocemos suficientemente al otro para juzgarlo?

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo. No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. Dad y se os dará; una medida buena, apretada, remecida, rebosante pondrán en el halda de vuestros vestidos. Porque con la medida con que midáis se os medirá». Lc 6,36-38

Comentarios