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Mañana: San José, día del padre


Mañana se celebra San José y se dedica el día a todos los padres.

En el evangelio no tenemos ni una sola palabra de José. Rara vez se habla de san José, pero cuando se hace, a menudo lo encontramos descansando, mientras un ángel le revela la voluntad de Dios en sueños. Se nos dice que es un modesto artesano, probablemente carpintero o albañil. Podemos suponer que siente el peso de la responsabilidad de un marido que no sabe si repudiar o no a su esposa, de un hombre sencillo que no sabe cómo atender un parto, de un padre que no ha sabido encontrar mejor acomodo para un momento tan delicado que un pesebre de las afueras, entre animales y estiércol. Quizá fuesen estos, para san José, tres buenos motivos para sentirse frustrado y torpe aquella noche. Sin embargo, es él el elegido. Y vemos en él a alguien que sabe escuchar y luego actúa. 
La situación que le toca vivir a José sería muy difícil de asumir por nosotros. Sin embargo, él se fía de lo que Dios le dice y se convierte en el compañero fiel. Lo tenemos fuerte, callado, defendiendo y asegurando la vida a Jesús y María.  El camino de José es el camino callado, pero fiel de muchas personas. No salen en los periódicos. Nadie los nombra. Pasan desapercibidos, pero, sin embargo, llevan una vida heroica de amor y entrega a los demás. 

San José, protector, modelo de padre, te ruego protejas a mi familia. Y también protejas a todas las demás familias y a toda la humanidad.

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