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A contraluz: Belleza


La belleza estética es fruto de una buena y adecuada mezcla de genes. Y en dicha mezcla poco podemos hacer. No tenemos mucho control, la verdad. Es verdad que luego nos podemos cuidar, sacarnos partido, arreglarnos con más acierto… pero los genes son los genes, y en la combinación que se dio para que nuestro aspecto fuera uno u otro poco tuvimos que ver. Bien es cierto que hay personas que, sin ser especialmente hermosas, nos lo pueden resultar por el brillo que destellan. Hay algo en su ser, algo luminoso y bueno, que salta al rostro, a los ojos, a la sonrisa, y convierten a esa persona en alguien que nos resulta agradable a los ojos. Pero, al final, no deja de ser una impresión personal. Como dice el refrán, «para gustos, los colores».
¿Pero, qué es, realmente, la belleza? Quizás sea lo que los científicos reconocen como esa armonía, ese equilibrio, esa sensación de que todo está en su sitio y es tal como debe ser. La belleza es intuitiva, no se deduce. Se reconoce por el poso de calma y seguridad que deja al contemplarla. Y también por la esperanza que despierta en nosotros. Sí, esperanza. Al menos a mí me pasa: cada vez que a mi alrededor detecto algún destello de belleza verdadera, algo en mí se serena, y entonces recobro la confianza de que no tengo que temer, de que todo irá bien. A lo mejor por eso la belleza verdadera es camino de encuentro con Dios. 
adp. Almudena Colorado @pastoralsj

¿Qué es para ti la belleza? ¿Qué signos de belleza "no estética" reconoces en los demás? ¿Y en ti?

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