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Propósitos: Tocados por el espíritu


Las palomas suelen ser molestas; y el fuego conviene que esté controlado, no que caiga en llamaradas del cielo, que en tiempo de sequía puede provocar catástrofes. Sin embargo, más allá de las imágenes y los símbolos, sigue siendo necesario descubrir la presencia de un espíritu de Dios que, dentro de cada uno de nosotros, provoca terremotos, desencadena incendios, nos hace fuertes, alegres, valientes, apasionados, audaces y sabios.
Y no es por provocar, pero esto del don de lenguas, cuando se reduce a algo así como empezar a proferir sonidos de otro supuesto idioma, resulta un poco extraño. Me parece a mí que el Espíritu tiene bastante reto en conseguir, en nuestro mundo, en nuestras sociedades, y en nuestra Iglesia, que nos comprendamos. Intuyo que esto del Espíritu que da la capacidad de comunicarse tiene que ver con lo de entenderse con quien es diferente, dialogar con quien piensa distinto, cree (o duda) por otras cosas. No es aquí cuestión de encontrar un cierto 'esperanto' místico. Más bien el milagro está en ser capaces de escuchar y comprender las alegrías y tristezas, las esperanzas y las angustias, los logros y los temores, las búsquedas de los otros. El milagro está en ser capaces de vislumbrar, respetar y, al tiempo, decir una palabra que ayude a dar sentido. El milagro ocurre cada vez que entre dos personas hay un puente, y alguien lo cruza para asomarse con interés genuino a la vida de otro, y lleva como regalo la certeza de que Dios puede llenar nuestras vidas.

¿Qué idiomas no entiendo? ¿Qué hago ante lo que me resulta difícil de comprender? ¿Me atrinchero o dialogo? ¿Hasta dónde?

@pastoralsj


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