WITHIN me: Una vez más, la respiración.

Al hablar de respiración estamos hablando de la fuerza vital que anima todas las cosas. Cuando la respiración se sigue con conciencia nos adentramos en la armonía interior acercándonos a la plenitud. Por ello no podemos dejar de ejercitarla. 

Siéntate en la silla, con la espalda recta, siempre buscando una posición cómoda. Los pies en el suelo y las piernas ligeramente separadas. Procura que la expresión de tu rostro refleje tranquilidad y ausencia de tensión.

Introduce el aire lentamente por la nariz dirigiéndolo hacia el vientre. Mientras entra el aire, hincha el vientre como si fuera un globo. Mantén el aire unos segundos. Expulsa lentamente el aire por la boca mientras vas metiendo hacia dentro el abdomen. Imagina que tienes un hilo imaginario atado al ombligo y que tiran de él suavemente desde atrás. Después de expulsar el aire, mantén la posición unos segundos e inicia nuevamente el proceso. Nota que tras la inhalación y antes de la exhalación hay un momento de "vacío" que prepara la espiración. Lo mismo sucede con la exhalación, que antes de realizar una nueva inspiración hay un momento de "nada", de "vacío".

Realizamos el ejercicio unas cuantas veces.