WITHIN me: Meditación de la copa del árbol

Somos raíces, somos tronco pero también somos copa que mira al cielo, más allá de nuestro mundo más material.

Te invito a adaptar la experiencia que te propongo. Cierra los ojos. Respira acompasadamente, conscientemente. Siempre por la nariz.

Visualiza interiormente que miras la parte del árbol que eres tú, la más alta; la que despega. Una copa que sube hacia arriba, con muchas hojas y muchas ramas. No te pierdas detalle de todo la grandeza que representas. Mira el color de las hojas, la longitud de las ramas. ¿Entra la luz? ¿Qué altura mide el tronco? Disfruta de ese momento.

Y ahora, ve más allá: envía tus semillas lo más lejos que puedas. Eres un árbol, no caminas, pero puedes hacer que la vida nazca más allá. Imagínatelo. Tu árbol produce semillas muy pequeñas. Quizás eres un chopo o un sauce y a través del viento eres capaz de enviar las semillas muy lejos. Quizás te ayuda algún pájaro, u otros animales.

Eres vida, abundancia. La copa no termina en ti, comienza más allá de tus propias fronteras.

Vuelve a mirarte desde abajo, casi tocando las nubes. Ese cielo que te hace mayor; no por encerrarte en ti mismo/a sino por abrirte aún más.

Realiza unas respiraciones finales conscientes, mueve poco a poco tu cuerpo y abre los ojos.

Agradece tu grandeza. Disfrútala.

Una pregunta: ¿Qué árbol eres?