Emocionario: Desamparo

El desamparo te inunda cuando te ves desprotegido, cuando no puedes contar con el apoyo de nadie. Es una sensación de pesar y tristeza. Ocurre, por ejemplo, si tus amigos no te respaldan o te abandonan. Cuando te sientes desamparado, crees que si pides ayuda, nadie acudirá en tu auxilio. Puedes estar rodeado por mucha gente, pero si no cuentas con el amparo de nadie, terminas sintiéndote solo.
La mayoría de vosotros  tenéis la suerte de saber que contáis con el apoyo de mucha gente: padres, profesores, amigos... Es difícil sentirse desamparado cuando tienes a tu alrededor tantas personas que te quieren y que velan por tu bienestar. 

Porque, la verdad, cuando pensamos en el desamparo, me vienen a la mente situaciones muy tristes y desoladoras: hambre y pobreza; problemas de acceso a derechos básicos como la educación, la salud o la vivienda; discriminación y explotación de las mujeres; desempleo, subempleo y economía sumergida; deterioro medioambiental por la sobre explotación de los recursos; violencia y conflictividad que amenazan la cohesión social... ¡Y qué decir de los conflictos bélicos!
Todas estas situaciones alimentan la desigualdad; la lacra más dañina en nuestro mundo. Las cifras encogen el corazón porque hay millones de seres humanos condenados a la inseguridad y el desamparo. 
Mientras, nosotros deberíamos sentirnos muy afortunados al ver que nuestras situaciones de desamparo son siempre breves y con final feliz. ¡Y que dure! Porque, desgraciadamente, no todo el mundo corre la misma suerte...