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A CONTRALUZ: el mito de la caverna



Comenzamos la semana con el mito de la caverna que escribió Platón para hacer una referencia sobre el conocimiento y la educación filosófica de cada persona. Este mito cuenta la historia de unos prisioneros que nunca habían visto la luz. Encerrados en una cueva oscura, van viendo unas sombras proyectadas por personas que manipulan los objetos para crear una falsa realidad. Un día, uno de ellos escapa y logra salir a la superficie y ver el mundo real. Deslumbrado por la luz del sol, vuelve a entrar para contar lo que ha visto y explicárselo a sus compañeros de prisión. Pero ninguno de los prisioneros lo cree porque su vista se ha acostumbrado al exterior y le cuesta ver en aquella oscuridad. Viendo esto, los prisioneros piensan que lo que ha visto ha afectado su vista y desconfían de lo que dice.
¿Alguna vez te han afirmado la existencia de algo que nunca has visto? ¿Qué pensaste?
¿Lo creíste? ¿Te atreviste a seguir a esa persona para que te mostrara lo que había visto?
Qué difícil puede resultar creer en lo que no hemos visto, ¿verdad? Aunque nuestro compañero de toda la vida nos lo explicara, incluso de él seguramente dudaríamos. ¿Y si se ha vuelto loco? ¿Y si ha alucinado?... ¿No crees?

Volvemos a recordar la historia de la rana, que vimos el pasado viernes, desde la perspectiva filosófica, así como las palabras de San Agustín que nos vuelven a plantear la pregunta: ¿Estás dispuesto/a a abrir tu mente para confiar en aquellos que quieren mostrarte un nuevo camino? ¿Estás dispuesto/a a seguirlo para comprobar la verdad de lo que dice?

Ojalá hoy sigamos caminando en esta apertura de mente para recibir las propuestas de los demás antes de descartarlas. Que podamos descubrir poco a poco la verdad que a veces no podemos ver por nosotros mismos y si es verdadera, seguirla.
¡Que tengáis un buen inicio de semana!

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