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RELATOS DEL MUNDO: La bombilla

¡Buenos días!
Hubo una vez, en un pueblo lleno de ideas brillantes y sueños por descubrir, un joven llamado Thomas. Desde pequeño, Thomas tenía una curiosidad insaciable. Siempre estaba buscando maneras de entender el mundo que lo rodeaba. Pero, como todos nosotros, también cometía errores. Un día, Thomas decidió que quería iluminar el mundo. Imaginó un objeto con el que podría desterrar la oscuridad y hacer brillar la luz en todos los rincones. Entusiasmado, se embarcó en la tarea de inventar la bombilla eléctrica. Pero Thomas no tuvo éxito de inmediato. Intentó y probó una y otra vez, pero sus bombillas no funcionaban como él quería. Se encontró con muchos obstáculos, y algunos podrían haber pensado que estaba cometiendo errores. Pero, ¡oh no!, para Thomas, cada intento era una lección valiosa.
"No he fallado", decía con una sonrisa en el rostro. "Simplemente, he encontrado 10,000 maneras que no funcionan".
Thomas persistió. Cada error que cometía no lo desanimaba, sino que lo acercaba más a su objetivo. Aprendió de cada intento fallido y ajustó su enfoque.
Finalmente, después de mucho esfuerzo y paciencia, Thomas Alva Edison logró lo que muchos creían imposible: encendió la primera bombilla eléctrica.
Y tú, ¿eres de las personas que se dan por vencido a la primera de cambio o de las que quieren encontrar las 10,000 maneras que no funcionan hasta dar con la correcta?
¿Sabes qué? La fe puede resultar como esta historia, como no sé dar con la manera correcta la doy por perdida, la doy por muerta, pero: ¿Y si solo resulta que tienes que encontrar el modo de conectar con Dios? Quién sabe...

Ojalá encuentres este espíritu de superación que te lleve a buscar lo que muchos creen que puede ser imposible. Ánimo, no te rindas, sé perseverante y déjate sorprender.

Que tengas un buen día.

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