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RELATOS DEL MUNDO: La liebre y el cuervo


¡Buenos días!
Cuenta la historia que una liebre muy hambrienta vio a un cuervo posado sobre un árbol, con un trozo de queso en el pico. La liebre, que era muy astuta, ideó un plan para conseguir el queso.
—¡Qué hermosas son tus plumas, amigo cuervo! ¡Qué brillo! ¡Qué color! Eres la envidia de todas las aves.
El cuervo se estiró sobre la rama, sacó pecho y extendió sus alas con orgullo. La liebre siguió piropeando al cuervo, que todavía agarraba el queso con recelo. Hasta que…
—Me han dicho que el cantar del cuervo supera cualquier cantar. ¿Es cierto, amigo cuervo? ¿Tan hermosa es tu voz? ¿Cantarías algo para mí?
Entonces, lleno de vanidad, el cuervo tomó aire, abrió el pico y graznó lo más fuerte que pudo. Cuando terminó, vio a la liebre alejarse feliz con el trozo de queso en su boca.
  1. ¿Qué crees que podemos aprender de esta fábula?
  2. ¿Crees que la liebre hace un buen uso de su astucia? ¿Por qué?
  3. Mientras leía la historia, he pensado inconscientemente en los "likes" y "follows" de las redes sociales. ¿Encuentras alguna similitud?

De esta fábula, donde todo parece negativo —o no muy educativo…—, me quedo con lo que podría haber sido: un cuervo humilde que, ante los halagos de los otros, simplemente da las gracias sin regocijarse; y una liebre que usa su astucia para un bien común, sin aprovecharse de los demás. ¿Te has preguntado cuánto del cuervo y cuánto de la liebre tienes tú? Te invito a revisar tus actitudes, detectar qué puedes mejorar y dar un paso. Cada día tienes la oportunidad de mejorar, ¿la aprovecharás?

Que tengas un buen día.

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