¡Buenos días!
Llegó otro viernes de Cuaresma y con él, nuestro encuentro con el Evangelio que se leerá este domingo en las iglesias católicas de todo el mundo. El texto de este domingo es el que se conoce como el de la mujer adúltera. En este texto nos encontramos con una mujer a la que están juzgando según la ley, que dice que debe morir lapidada. Lo curioso de este texto es que Jesús ve algo que los demás no ven. No solo ve a una mujer que se ha equivocado, ve a una persona herida, usada como un objeto, víctima de una justicia sin misericordia. No la define por su error. No la destruye con una condena, sino que la reconstruye con su amor. Jesús, con esa manera de actuar, nos invita a pensar dos cosas:
- La justicia de Dios no es como la nuestra.
- Dios no se alegra castigando y mucho menos matando, sino perdonando.
¡Y ojo!, esto no quiere decir que se justifique el mal hecho o el error cometido. Se trata de dar una nueva oportunidad para el cambio, por eso este texto termina con la frase: “Anda, y en adelante no peques más”.
- ¿Has experimentado el peso de ser juzgado sin que nadie entienda tu historia?
- Cuando alguien se equivoca, ¿eres de los que lanzan piedras o de los que ayudan a levantarse?
- ¿Que significa para ti este: "Anda, y en adelante no peques más"?
Si el juzgar, señalar, vengar o castigar no entiende de perdón ni de segundas oportunidades, podría ser porque solo el poder del amor es el único capaz de transformar, liberar y dar vida. Este texto, en Cuaresma, te invita a pensar lo siguiente: ¿Qué pasaría si te encontraras con Jesús, esa persona que lo sabe todo, absolutamente todo de ti (lo bueno y lo malo)... te mirara y te dijese: “Me duele ver todos los errores de tu pasado, pero no te condeno, para mí todo eso queda perdonado, ahora ve y no vuelvas a repetirlo”?
Que tengas un buen día.
Comentarios
Publicar un comentario
Comparte tu opinión de manera responsable y evita el anonimato: Escribe tu nombre, el curso y tu cole gabrielista. Muchas gracias.