¡Buenos días! ¡Feliz Pascua a todos y todas!
Reanudamos las clases con alegría y fiesta, ¡pues tenemos motivos para estar alegres! Acabamos de celebrar la fiesta central del cristianismo, la Resurrección. Sin ella, nada tendría sentido. ¿Sabes qué? Cuando escucho esta canción, veo a los discípulos de Jesús cantándola cuando les dijeron: ¡¡Oye, eh!! ¿¿Te has enterado?? ¡Jesús ha resucitado! ¡Ha vuelto! ¡Está aquí!
Dime, ¿qué hay en tu vida que merezca tal celebración? ¿Hay un lugar en tu fiesta para Jesús? En este tiempo de Pascua, te invito a hacerle un hueco o ampliárselo, ¿imaginas dejarle cambiar tu lamento por danza?
Hoy, aunque suene raro decirlo, celebramos con cierta tristeza que el Papa Francisco está celebrando esta fiesta con Jesús. Con esta esperanza, te invito a rezar conmigo: Gracias, Jesús, por la vida del Papa Francisco, una vida que reflejó tu amor en gestos y palabras. Acógelo en tu Reino, amén.
Que tengas un buen día.
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