Relatos: ¿Qué buscamos?

¿Qué buscamos?

Lola, experta antropóloga, invitó a su amigo Juan a una excursión para ver a los gorilas. Una vez montaña adentro, Lola iba vigilante y pendiente de sus prismáticos, listos para divisar cualquier gorila. Pero el amigo iba mirando nerviosamente para todas partes y, sobre todo, al suelo.

¡Lola! –gritó Juan–, ¿aquí hay culebras?

–No, no hay –respondió Lola con mucha firmeza.

Pero el inexperto Juan continuó nervioso, temía la aparición de alguna serpiente.

Sorprendido ante algo que pisaba y se movía, gritó despavorido:

–¡Lola, una culebra!

–¡Eso no es una culebra, eso es una rama! –dijo Lola sin dejar un momento de estar atenta.

Pero el aficionado Juan, sumamente asustado y sudando de miedo, todavía sentía que algo se movía bajo sus pies y gritó de nuevo:

–¡Cuidado, esto sí es una culebra!

La antropóloga, perdiendo la paciencia, se volvió hacia él y le dijo enfáticamente:

–¡Oye, Juan! ¿Qué viniste a hacer aquí?, ¿a avistar gorilas o a buscar culebras? El que va a la montaña a ver gorilas los encuentra. ¿Por qué? Porque los hay. En estas montañas hay gorilas y si no, los inventa. El que va a la montaña a buscar culebras las encuentra. ¿Por qué? Porque las hay y si no, las inventa o se las imagina, pero no se queda sin sus culebritas. Y si no las ve, elabora también un buen cuento como este:”¿Sabes?, ¡se me apareció una serpiente de cinco metros por lo menos! Si no corro, ya estaría muerto, me hubiera picado!”. Y si de verdad no hay culebras, cualquier ramita o raíz se convierte para él en una de ellas. Así pasa en la vida.

El que viene a buscar la felicidad la encuentra, porque la felicidad está aquí, la vida tiene momentos bellos y placenteros, los hay, ¡por supuesto! Y si la felicidad no está en esta vida, entonces la inventa. Pero no se va de este mundo sin conseguirla. También pasa al revés. El que viene a buscar tristeza la encuentra porque en esta vida también existe la tristeza. Sí, hay momentos tristes y amargos, los hay, ¡claro que sí! Y el que no los tiene, los inventa. Si buscas la felicidad, la encontrarás. Si buscas la tristeza, también la encontrarás.

Si llenas tu corazón de lo que estás buscando, lo encontrarás.                                                  M. Parejo