Ir al contenido principal

Intuiciones: Agradecer lo vivido


Constantemente estamos cambiando de etapas. Finales y principios de cursos, de temporadas, de años... terminar y recomenzar forman parte de la vida. Y siempre es útil, cuando llega un momento de cambio, echar la vista a lo que se va, para aprender de ello, y echar la vista a lo que viene, para proyectar, planificar, soñar y construir. El tiempo, en todo caso, va marcando sus cambios. Hemos soñado, rezado, crecido. Habrá habido golpes o alegrías, palabras o silencios, descubrimientos y aprendizajes… Y Dios también presente, en todo ello.
Enséñame, Señor, a aprender de lo vivido. A que la vida no pase por mí sin dejar huella. Enséñame a aprender de los aciertos y los errores. De lo que en los últimos tiempos me ha ayudado a crecer y lo que me ha impedido avanzar. Enséñame a admitir los fracasos que hayan podido llegar y a celebrar las victorias sin perder la humanidad. Dame, Señor, una memoria capaz de evocar, agradecer y pedir perdón por lo que haya podido ser injusto…

¿Cómo definirías el último año de tu vida? ¿Qué ha cambiado? ¿Qué tienes que agradecer? ¿En qué tendrías que rectificar algunas cosas?

«Siempre que me acuerdo de vosotros, doy gracias a mi Dios; y siempre que pido cualquier cosa por todos vosotros, lo hago con gozo, por vuestra participación en el anuncio de la buena noticia, desde el primer día, hasta hoy» (Flp 1, 3-5)


Comentarios