Hoy vamos a observar nuestra mente y tratarla como el clima de la tierra. En primer lugar siéntate permitiendo que tu cuerpo esté relajado manteniendo cierta energía al mismo tiempo. Cierra los ojos. Presta atención a tu respiración suave. Presta atención a la manera en que la respiración mueve suavemente tu cuerpo. Déjate llevar por el ritmo natural del aire que entra y sale de tu cuerpo.
Ahora presta atención a tu clima interior; está en cambio constante. Observa si los cambios que experimentas te llevan a buen puerto... ¿Aparecen "situaciones contaminantes"?... ¿Te inundan las tormentas?...¿Te dejas llevar por vendavales inesperados?... ¿Cómo lo afrontas?...¿Qué haces para limpiarte, reciclarte o protegerte?...
Piensa en las acciones que necesitas llevar a cabo para que tu clima interior sea "sostenible".
Una vez realizado el ejercicio, abre los ojos y comparte tus sensaciones y pensamientos.
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