Inasequibles al desaliento... Por mucho que haya días que nos parece que no encontramos el camino de vuelta a casa, todo, absolutamente todo, depende de los pequeños detalles. Buscamos grandes efectos especiales, pero la Vida está construída a base de detallitos que nos cruzamos todos los días y de los que muchas veces no nos damos cuenta. Desde la sonrisa de la persona que nos cruzamos en la calle y a quien no conocemos, hasta la mesa puesta cuando llegamos a casa a comer...
Respira hondo, llena los pulmones y disfruta de cada segundo de la Vida. Y quédate en la memoria con esas pequeñas situaciones diarias que son las que hacen que, de repente, cuando nos hacemos conscientes, sigamos siendo inasequibles al desaliento...
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