¿Te has parado a pensar alguna vez cómo te afectan a ti personalmente las distintas situaciones de violencia que vivimos en nuestro mundo o lo que vives en tu entorno? Y, ¿has pensado qué está en tu mano para favorecer la paz?, ¿qué es lo poquito que está en ti, pero que a modo de “efecto mariposa”, puede convertirse en un gran movimiento que genere una nueva cultura de la no violencia y la paz? El ser pacificador no significa que tengas que aguantarte ante las injusticias. Todo lo contrario, un pacificador ante la injusticia hace lo posible para revertir la situación y consigue que las relaciones entre unos y otros sean de justicia.
Esta semana os invitamos a tener bien abiertos los ojos a las situaciones de nuestro entorno cercano, y al mismo tiempo contactar con el deseo de paz que todos llevamos dentro. Solo desde ahí, escuchando nuestro interior, compartiendo sueños con otros que deseen lo mismo y siendo creativos para buscar gestos cotidianos y propuestas concretas, podremos recrear entornos de paz.
Dichosos los que trabajan por la paz, porque Dios los llamará hijos suyos. Mt 5, 9
Comentarios
Publicar un comentario
Comparte tu opinión de manera responsable y evita el anonimato: Escribe tu nombre, el curso y tu cole gabrielista. Muchas gracias.