En el día de hoy practicaremos una forma de respirar que consiste en detener dos segundos la respiración entre inspiración y la espiración; se trata de hacer una pausa en medio del coger y expulsar el aire. Para ello nos colocaremos sentados, con la espalda recta, y comenzaremos a inspirar profundamente hasta llegar a un momento en el que mantendremos el aire en nuestro cuerpo quieto. Lo mantendremos así unos segundos (aprox. 2 o 3) y a continuación, lo expulsaremos lentamente hacia el exterior. Repetiremos la dinámica varias veces de forma que seamos conscientes de nuestra respiración y de las pausas que hacemos en ella. J. Manzanos
Y, a veces, todo es tan sencillo como escuchar el viento que sopla por nosotros y extender con fuerza las alas.