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PERSONAS: La inagotable capacidad para ayudar a los demás más allá de los 100 años

La voluntaria más veterana de la Cruz Roja es la masajista Concha Herrera, de 102 años. De origen ceutí y cordobesa de adopción, es un ejemplo de superación y voluntariado
Concha Herrera recibió su primer consejo para un buen masaje a mediados de los años treinta. Fue en el antiguo Sáhara español. Ella acababa de cumplir 18 años y se lo dio un profesor hindú que le enseñó "a apretar los músculos muy fuerte para que se enteraran". "Ves, así, fuerte, fuerte, que se enteren bien", dice mientras agarra la mano y pulsa los tendones con una energía inusitada para una mujer de 102 años.
En una fría mañana cordobesa, la voluntaria más veterana de la Cruz Roja se coloca un chalequillo rojo y saca ímpetu de sus entrañas para dar masajes a los usuarios, entre ellos varios nonagenarios, en un centro de día de la ciudad al que acuden personas mayores con autonomía para comer y esparcirse. "Ayudo con mucho gusto en lo que sea, al que lo necesite", dice elocuente.


Casos como el de Concha Herrera, que lleva más de 20 años regalando parte de su tiempo a los demás, dejan patente que el deseo de ser útil a la sociedad no conoce barreras. Y tu? De que manera crees que puedes ser útil a la sociedad. Te has planteado alguna vez ser un voluntario/a?

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