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RELATOS: El sabio y el joven desencantado

Le confesó al sabio que estaba cansado. Había empezado con gran fuerza su voluntariado con niños deficientes mentales. Se había entregado con fuerza y ahora se sentía vacío, sin ánimo para continuar.
El anciano lo miró con simpatía y le dijo:
- Nos ocurre que confundimos entusiasmo y compromiso. El entusiasmo es como un fuego de pajas. Se enciende con gran fuerza, pero acaba enseguida.
Lo miró a los ojos y prosiguió:
- Eres joven y es normal que confundas el entusiasmo con el compromiso. Contempla la vida. Ella te señalará el camino. Cuando sepas cuál debes seguir, has de comprometerte a seguirlo con constancia. El entusiasmo es pasajero. El compromiso es para toda la vida. Sé que a los jóvenes de hoy os da miedo ese "para toda la vida". Pero no dudes de que si te comprometes en tu verdadero camino, iras encontrando las fuerzas, los puntos para rehacerte, las personas que te tenderán una mano y te ayudarán a seguir adelante…                                                                                                                (adaptado del Rincón del Anacoreta)

¡No te ralles ante los retos, busca tu fuerza interior y empapa con ella todo lo que te rodea!


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