Ponte cómodo/a, cierra los ojos y concéntrate en la respiración. Nota como el aire entra y sale lentamente de tu cuerpo. El aire entra y sale. Fíjate en el ritmo de tu respiración. En tus latidos cardiacos. En el peso de tus brazos y piernas . Ahora quiero que te concentres en las siguientes afirmaciones: Haga lo que haga quizás no pueda hacer más de lo que hecho. Debo dejar que los pensamientos y las emociones vengan cuando quieran y se vayan cuando quieran. Voy a estar como sea pero voy a ser yo mismo, no traicionar lo que considero que es correcto hacer y hacerlo. El gran reto que voy a hacer es cambiar la palabra “pero” por la palabra “y”. “Haría esto pero tengo miedo” por “hago esto y tengo miedo”. Siento mis emociones tal cual y actúo como creo que debo actuar. Elegir sin dar razones por que elegir una u otra opción. Se requiere una elección más que una decisión. Pasar del mando a las ganas, Cojo el compromiso de despreocuparme de la ansiedad y de ocuparme de las cosas de la vida. Elijo vivir la vida. Quiero vivir la vida...Poco a poco vuelvo a mi respiración, a mi cuerpo. Abro los ojos y sigo con mis actividades.
Y, a veces, todo es tan sencillo como escuchar el viento que sopla por nosotros y extender con fuerza las alas.
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