Nos colocamos en una posición de relajación, sentados de forma que podamos colocar nuestras manos extendidas hacia delante y con las palmas hacia arriba. Una vez así, el ejercicio consistirá en tensar las manos en forma de puño durante unos cinco segundos y relajarlas dejando las palmas abiertas. Repetiremos este ejercicio varias veces interiorizando que es un gesto para expresar la capacidad de permitir.
BI. Josean Manzanos.
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