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¡A PENSAR!: Pan entregado


Pan  entregado

Después tomó el pan en sus manos y, habiendo dado gracias a Dios lo partió y se lo dio a ellos, diciendo:

–Esto es mi cuerpo, entregado a muerte en favor vuestro. Haced esto en memoria de mí.   Lc 22, 19

Hay cuatro verbos, en la última cena con sus amigos, que describen la forma en que Jesús procede para amar y servir a los suyos. Estos verbos son: tomó, dio gracias, partió y repartió.

Tomar es tener la libertad interior de poder disponer de las cosas sin apoderarse de ellas, ni que ellas se apoderen de ti. Tomar se hace pidiendo permiso al otro, para crear juntos lo que es más que la suma de ambos. Así tomó el pan Jesús.

Dar gracias a Dios es reconocer que te ha dado los sentidos para percibir, el corazón para amar y la razón para entender que nunca estarás solo. A Dios lo reconoces y lo quieres en todo lo que te pone al alcance. Bendiciendo levantaba la copa Jesús.

Partir es descubrir que a tu alrededor hay otros que no gozan de lo que está en tus manos. Y cuando lo ves, no puedes hacer otra cosa que poner en acción lo que sientes. Al partirlo aceptas el riesgo de tener menos para ti, pero estás convencido de que lo esencial no se desmenuza cuando se parte por amor. Más bien se multiplica. Así se ofrecía Jesús.

Finalmente, repartir es acercarse al otro para darle lo que te ha llegado y quieres que sea de todos. Repartir es hacer personal el obsequio, devolviendo al otro la dignidad, quizá cuestionada. Así amó Jesús.

Si quieres configurarte a su estilo, prueba lo bien que te hará proceder así: tomar, bendecir, partir y repartir.

Adap. David Guindulain @pregaria.cat


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