El Anacoreta y la autorrealización
Aquel hombre le preguntó al Anacoreta:
—Llevo toda la vida intentando ser una persona madura. Reflexiono. Busco en todo momento mi autorrealización viviendo conscientemente. Sin embargo, no soy feliz y la gente me admira, pero me evita… ¿En qué me he equivocado?
Se sentó el Anacoreta junto a aquel hombre, le tomó la mano, sonrió y dijo:
—Has tomado la autorrealización como una meta, un fin en sí misma. Eso te lleva a utilizar el mundo y a las demás personas en tu provecho. Los usas como un medio para conseguir tu autorrealización. En realidad, te has encerrado en ti mismo y te has convertido en un sistema cerrado.
Respiró profundamente y añadió:
—Ser hombre implica dirigirse hacia algo o alguien distinto de uno mismo, bien sea realizando un valor, alcanzando un sentido o encontrando a otro ser humano.
Notó el Anacoreta que aquel hombre le apretaba la mano al mismo tiempo que decía:
—Gracias.
Sonrió el Anacoreta:
—Dáselas a Viktor Frankl. Esa última frase es de él…
koffi1948.blogspot.com
¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde la vida? Mc 8,36
Comentarios
Publicar un comentario
Comparte tu opinión de manera responsable y evita el anonimato: Escribe tu nombre, el curso y tu cole gabrielista. Muchas gracias.