El laberinto
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Quizás, sin pretenderlo, hayáis descubierto que el laberinto es un símbolo del corazón humano: un conjunto de caminos imbricados, callejones sin salida, encrucijadas, un centro al que es difícil llegar…
¿En qué momentos de la vida te has sentido como dentro de un laberinto?
¿Cómo podemos explorar nuestro laberinto interior?
Jesús le contestó:
–Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por mí se puede llegar al Padre. Jn 14,6
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