El vídeo condensa el valor del esfuerzo para conseguir una meta. Cuando somos niños, todos soñamos con alcanzar la luna y las estrellas. A medida que crecemos, tenemos que lidiar con los objetivos o responsabilidades de la vida que se interponen en nuestro camino. Trabaja duro, nunca te rindas, y no importa la edad que tengas, ¡vive tus sueños!
Y, a veces, todo es tan sencillo como escuchar el viento que sopla por nosotros y extender con fuerza las alas.
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