Este cortometraje no tiene una historia real, es simplemente una ilustración de una idea: el momento en que las personas que comparten pensamientos libremente se enfrentan a una persona que está cerrada, que ya tiene la mente "llena". Se trata de un ejercicio para visualizar a los de mente cerrada y su papel en detener un intercambio de ideas satisfactorio.
Sé que siempre haces crecer, Señor, el fruto al debido tiempo. A veces lo haces oculto, pero otras más evidente; son esos tiempos en los que la red se llena tanto de peces, el tallo brota gigantesco y la vida desborda. Desborda, Señor, en corazones que se abren y tejen confianza.
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