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hORArock: El día que yo me muera. Rozalen


En los próximos días celebraremos "Los santos, y los difuntos". Dos fiestas que contemplamos juntas. Nos invitan a reflexionar sobre la vida y la muerte, sobre nuestro camino,  y nuestro destino. Sobre nuestras pocas certidumbres y las muchas preguntas que tenemos. Es verdad que, en medio del vértigo y la vorágine de la vida cotidiana, se hace difícil mirar a la cara a las grandes cuestiones. Pero a veces hay que intentarlo. Nuestra cultura silencia, esteriliza y procura hacer que la muerte sea lo más invisible posible. Parece que hablar de ella con normalidad es desagradable o morboso. Como que fuera una ofensa a nuestras ganas de vivir y a nuestra voluntad de estar bien. Pero, en realidad, es un recordatorio de que, importante, importante, son muy pocas cosas. 

¿Tienes la sensación de estar aprovechando la Vida? ¿Qué puedes hacer para vivir con más intensidad, plenitud y hondura?

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