Intuiciones: Crisis

Crisis es una palabra desafortunada que suena a derrota, a ser humano fragmentado en mil pedazos. Es posible, pero también podemos percibirla de otra forma: como un modo natural de vivir, como la clave secreta de la vida. En la naturaleza todos los organismos atraviesan crisis, un cambio da paso a otro, una estructura vieja desaparece y nace una nueva: el tallo se hace flor, la flor se transforma en fruto.

Podemos describir la crisis de la adolescencia como síntoma de crecimiento, no de agotamiento. Una crisis es esto: riesgo y oportunidad. Riesgo de sucumbir, de verse estancado o aniquilado, y oportunidad de crecimiento, de renacer a formas nuevas, que antes ni siquiera soñábamos.

Ante la crisis hay que hacer frente a los problemas sin derrumbarte. Sonreír, aunque cueste. No buscar culpables, sino soluciones. Levantar la vista y ver más allá de lo que te pesa. Llorar si te hace falta, pero para después secarte la cara y seguir adelante, que tantos otros lloran, y quizás sin ti no encuentren consuelo. Confiar en alguien, por lo menos un rato, y en Dios todo el tiempo.