Enfocar: Abrirse a la acogida

Siguiendo con los objetivos del Pacto Educativo Global, hoy  "enfocamos" el número 5, muy adecuado para este tiempo de Adviento: Abrirse a la acogida. 

En un mundo globalizado, aún no se ha alcanzado una igualdad generalizada, sino que se han acentuado muchas formas de desequilibrios sociales, económicos y culturales. Junto a los ciudadanos que obtienen los medios adecuados para su desarrollo personal y familiar, son muchísimos los «no ciudadanos», los «ciudadanos a medias» o los «sobrantes urbanos», los excluidos (cf. Evangelii Gaudium, n. 74). Una sociedad es sana cuando sabe acoger a los más vulnerables, cuando se interesa por los excluidos para que sean ciudadanos de pleno derecho. Por ello, el pacto educativo debe aspirar a acoger a los últimos, a una cultura de la inclusión, a cultivar en todos la atención a las periferias sociales y existenciales y a curar las heridas más profundas de la persona y de la sociedad.

Abrirse a la acogida significa abrir nuestras puertas, nuestros brazos, nuestros hogares, nuestras entrañas para dar cabida a la acogida del que llega, del que nos ofrece otro punto de vista, del que nos enseña otro modo de sentir, del que nos provoca otro modo de mirar, del que nos suscita aquella nueva pregunta o nos dibuja aquella incertidumbre que nos impulsa a nuevos intentos, tal vez aún no imaginados, que nos lanzan a descubrir otros modos de ser y de existir.