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FELIZ NAVIDAD


Todo empezó con una familia que vino de otro pueblo para empadronarse, lejos de los suyos, sin nadie. No recuerdo bien de dónde eran; si de Nazaret, de Casablanca, de Bucarest o de Quito. En aquel pueblo había posaderos que no permitieron alojarse a esta familia necesitada. Era una sociedad donde primaba lo económico y no lo humano; que dejaba al margen a personas con adicciones o con problemas mentales. Era mejor que dejasen limpia la ciudad y se queden en las afueras. Menos mal que encontraron un portal que les acogió. ¡Mira que era feo y que no tenía casi nada! Su buey, su mula y un poco de paja. Ese portal ofreció lo que tenía –como aquellos vecinos que invitan a los del barrio para hacerse compañía, compartir y celebrar esa noche que parecía que iba ser especial. En esta historia también hubo ángeles que anunciaron que algo nuevo está por llegar. Gente que alegra la vida a otros, que los animan, que invierten su tiempo acompañando en una residencia de ancianos intentando que esos últimos días sean dignos. Personas con un café y unas galletas, que anuncian a los pastores que duermen al raso, en cajeros o debajo de los puentes, que un mundo nuevo y que otra vida es posible. Y también hay mucha gente aquí y allá. Dicen que son magos, que buscan: encuentran un destello y se lanzan tras él. No saben muy bien donde ir, pero tienen una convicción y un deseo de que puede haber Navidad en medio de la navidad: en estos pequeños detalles, cuando llegamos al fondo y lo podemos tocar, cuando miramos a la gente, sus gestos y su vida. En lo profundo encontramos a ese Dios que nace cada día en nuestras vidas.

Eduardo Menchaca

FELIZ NAVIDAD "CONSCIENTE" A TODOS/AS

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