RELATOS DEL MUNDO: La casa en venta

Se cuenta la historia de un campesino que, cansado de la rutina del campo y de tanto trabajo duro, decidió vender su finca. Como sabía que su vecino era un destacado poeta, decidió pedirle el favor que le hiciera el aviso de venta. El poeta accedió gustosamente.
El cartel decía:
“Vendo un pedacito de cielo, adornado con bellas flores y verdes árboles, hermosos prados y un cristalino río con el agua más pura que jamás hayan visto”.
El poeta tuvo que marcharse por un tiempo y a su regreso decidió visitar a sus nuevos vecinos. Su sorpresa fue encontrar al campesino trabajando las mismas tierras.
El poeta preguntó:
- Amigo, ¿no se iba de la finca?
El campesino respondió con una sonrisa:
- No, mi querido vecino. Después de leer el cartel que me hizo, comprendí que tenía el mejor lugar posible para vivir.
¿Tu mirada ante la vida es como la del poeta, o más bien como la del campesino?
¿Te sientes agradecido con lo que tienes, lo que se te ha dado o lo que has logrado?

Ojalá poco a poco aprendamos a vivir con la mirada de este poeta y también con la aceptación que muestra este campesino al reconocer la verdad de esas palabras. Una verdad que conduce a una palabra: Gracias. Gracias por la vida, gracias por lo que tengo, gracias por lo que me has dado, incluso gracias por lo que no tengo y no se me ha dado.

Que tengáis un buen día.