¡Buenos días!
Hoy hablaremos del silencio.
Muchas veces pensamos que es necesario hacer ruido para existir, para ser escuchados, pero el silencio tiene un poder mucho mayor. Es en el silencio donde podemos escucharnos de verdad, entender lo que sentimos e incluso sentir la presencia de Dios. El silencio no es conectar con la nada, sino entrar en una dimensión llena de posibilidades: puede ser un momento para reflexionar, para calmar la ansiedad, para reconocer nuestros miedos y alegrías o para hablar con Dios.
En la Biblia vemos que muchos momentos clave pasan en silencio: Jesús se retira a orar constantemente, Moisés (quien liberó al pueblo de Israel de la esclavitud de los egipcios separando las aguas del mar rojo) escucha la voz de Dios en una montaña mientras está en silencio, los profetas se quedan en silencio antes de actuar... Es como si el silencio nos abriera la puerta a un espacio sagrado donde podemos conectar con Dios y con nosotros mismos.
- ¿Recuerdas un momento de silencio realmente importante para ti?
- ¿Te resulta difícil estar solo/a con tus pensamientos?
- ¿Crees que escuchando en silencio puedes descubrir cosas nuevas sobre ti y sobre Dios?
Durante este curso hablaremos mucho del silencio, uno de los pocos caminos que nos permite escuchar, pensar y sentir profundamente. Así pues, si el silencio es un espacio donde Dios puede hablar sin palabras y donde nosotros podemos conocernos y conocerlo mejor, ¿no crees que es un espacio que habría que explorar más? Yo lo haré, ¿y tú?
Que tengas un buen día.
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