Plegaria de fin de curso     Que tus despertares te despierten.   Y que al despertar, el día que empieza te entusiasme.   Y que nunca se transformen en rutinarios los rayos del Sol que se filtran por tu ventana a cada nuevo amanecer.   Y que tengas la lucidez de concentrarte y de rescatar lo más positivo de cada persona que se cruce en tu camino.   Y que no te olvides de saborear la comida, detenidamente, aunque "solo" se trate de pan y agua.   Y que encuentres algún momento durante el día, aunque sea corto y breve, para dirigir tu mirada hacia arriba y agradecer, por el milagro de la salud, este misterioso y fantástico equilibrio interno.   Y que consigas expresar el amor que sientes por tus seres queridos.   Y que tus brazos abracen.   Y que tus besos besen.   Y que los atardeceres te sorprendan, y que nunca dejen de maravillarte.   Y que llegues cansado y satisfecho al anochecer por la labor realizada durante el día.   Y que tu sueño sea tranquilo, reparador y sin sobre...
Y, a veces, todo es tan sencillo como escuchar el viento que sopla por nosotros y extender con fuerza las alas.